La sensibilidad como trinchera Imagen meramente ilustrativa Mucho se habla de una “nueva masculinidad” sensible, más dispuesta a escuchar y a replantearse sus privilegios en sintonía con los tiempos modernos. Pero me pregunto: ¿es realmente esta una transformación auténtica? ¿O acaso se trata de una máscara, una puesta en escena emocional que oculta, bajo una nueva apariencia, el deseo de retener una posición de poder? La llamada “masculinidad blanda” que aparece en ciertos discursos actuales parece ser una versión domesticada de lo masculino, ajustada a los nuevos tiempos, pero en realidad más dirigida a garantizar su supervivencia que a cuestionarse seriamente.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones