Desde las cavernas hasta las villas: un viaje fascinante por la historia de los hogares humanos

No siempre hemos vivido en casas

Imagen meramente ilustrativa.

Hoy es un día especial y no puedo evitar compartir con ilusión una noticia que llevaba tiempo esperando dar: mi nuevo libro, Desde las cavernas hasta las villas, acaba de publicarse bajo el sello editorial Oberon, del grupo Anaya. Esta obra, es el fruto de muchas horas de investigación, de incontables lecturas y de ese incesante deseo de narrar cómo los seres humanos hemos ido construyendo nuestro espacio vital a lo largo de los siglos. Lo cierto es que no se trata solo de un libro de Historia, sino que es una puerta al pasado, un recorrido apasionante que nos permite entender cómo los hogares han reflejado las creencias, las necesidades y los sueños de quienes los habitaron.

No siempre hemos vivido en casas tal y como las conocemos hoy. Desde los tiempos en los que nuestros ancestros encontraron refugio en cuevas húmedas y oscuras hasta los elegantes palacios de la antigua Roma, las viviendas han sido mucho más que simples estructuras. Son, más bien, testimonios mudos de cómo hemos evolucionado como especie y sociedad.

Con mi libro, os invito a recorrer esas viviendas, a adentraros en ellas y sentir, casi tocar, cómo vivían nuestros antepasados.


De Altamira a Ostia: un viaje por los primeros hogares

El viaje comienza en la Prehistoria, en la penumbra de la cueva de Altamira, donde los primeros artistas dejaron grabadas sus manos y figuras de animales en las paredes rocosas. Pero Altamira no es solo un lugar apreciable desde el punto de vista artístico, sino que también es un hogar, un refugio donde se tejieron las primeras relaciones familiares y sociales. Imaginar a esos primeros humanos alrededor de una hoguera, resguardados del frío, nos permite entender cómo la necesidad de protección y comunidad fue moldeando nuestros primeros espacios habitables.

El libro nos lleva después a la inhóspita estepa rusa, donde se erigieron cabañas con huesos y pieles de mamut. Allí, en medio de un paisaje agreste, los seres humanos demostraron una capacidad extraordinaria para adaptarse a su entorno, construyendo con lo que tenían a mano. La Historia de estos primeros hogares está cargada de ingenio, de lucha contra los elementos y de un deseo de sobrevivir, a pesar de las inclemencias de los diferentes entornos naturales.

De ahí, nos vamos a las primeras civilizaciones del Cercano Oriente. En Mesopotamia, el rey Senaquerib mandó construir un fastuoso palacio en Nínive, un lugar donde el lujo y la monumentalidad reflejaban el poder de los asirios. En Egipto, descubrimos los humildes poblados de trabajadores en El Lahun y Deir el-Medina, donde los constructores de los monumentos faraónicos levantaron sus modestas viviendas de adobe, muy lejos del esplendor de sus monarcas. Estas casas, a menudo diminutas y abarrotadas, nos hablan de un día a día duro, pero también de una vida comunitaria rica y compleja.

De Grecia a Roma: la evolución del confort y la privacidad

El viaje continúa hacia Grecia, donde el concepto de hogar empieza a adquirir nuevos matices. En la Grecia clásica, las viviendas eran sencillas, con patios interiores que proporcionaban luz y ventilación. Sin embargo, en la villa de Olinto, conocida como la "villa de la buena suerte", empezamos a ver los primeros indicios de confort y privacidad, con mosaicos en el suelo y habitaciones dedicadas a distintos usos.

En Roma, la vivienda experimenta una verdadera revolución. Desde las domus, con sus atrios y jardines interiores, hasta las insulae, edificios de apartamentos que alojaban a la mayoría de la población urbana, la casa romana no solo era un refugio, sino un símbolo de estatus. El libro te lleva a través de las Casas de Jardín en la ciudad portuaria de Ostia y a la lujosa villa de Júpiter en la isla de Capri, donde los emperadores romanos disfrutaban de vistas espectaculares al Mediterráneo.

La Roma republicana y luego imperial, con su red de acueductos, calzadas y sistemas de calefacción, representó un nivel de comodidad que no volvería a verse en Europa hasta siglos después. Por otro lado, Qart Hadasht, el Cartago de Asdrúbal, sorprende con su peculiar palacio triangular, demostrando que la arquitectura también era una forma de identidad y diferenciación en el mundo antiguo.


De Oriente a Occidente: hogares como reflejo de culturas

Como digo, el libro no queda en Europa. En China, exploramos la sìhéyuàn, la tradicional casa con patio que refleja los principios del feng shui y la filosofía taoísta, donde cada detalle arquitectónico tenía un significado profundo, desde la orientación de la entrada hasta la disposición de los jardines interiores. Estas viviendas no solo eran funcionales, sino que estaban diseñadas para armonizar con el cosmos, mostrando una concepción del hogar como un microcosmos del universo.

Y luego, la Creta minoica, con el majestuoso palacio de Cnosos, un laberinto de habitaciones y pasillos que recuerda al mito del Minotauro, donde la arquitectura se mezcla con la leyenda. Aquí, los frescos de colores vivos en las paredes nos hablan de una sociedad vibrante y conectada con el mar, que encontraba en sus viviendas una expresión de poder y sofisticación.

En todos estos lugares, desde las humildes chozas de los trabajadores hasta los grandes palacios, el hogar se erige como un reflejo de la sociedad que lo construyó. En cada piedra, en cada ladrillo de adobe, hay una historia esperando a ser contada y un fragmento del pasado que nos ayuda a comprender quiénes somos hoy.


Un viaje imprescindible para amantes de la Historia

Tengo que añadir también que Desde las cavernas hasta las villas no es solo un libro, sino que también es una invitación a viajar en el tiempo y explorar los espacios donde hombres y mujeres de distintas épocas vivieron y formaron familias. Es una obra, que combinando rigor histórico y entretenimiento, está pensada tanto para quienes buscan datos precisos como para aquellos y aquellas que disfrutan perdiéndose en una buena historia.

Así que, si alguna vez te has preguntado cómo vivían nuestros ancestros, qué les motivaba a construir de una manera u otra, o simplemente te fascina la historia de cómo vivieron los humanos que nos precedieron, te invito a hacerte con un ejemplar. Espero que disfrutes de estas páginas tanto como yo disfruté escribiéndolas. Es un camino que empieza en la oscuridad de las cavernas y nos lleva hasta las villas más opulentas del mundo antiguo. Un trayecto que, como siempre, nos recuerda que la Historia, al final, no es más que la suma de muchas pequeñas cosas.

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